El ritmo de vida que llevamos en la actualidad incide sobre nuestra salud. De hecho, una estadística reciente señala que cerca de un tercio de la población adulta no está durmiendo bien; y esto acarrea consecuencia. Por eso, cada vez más personas son partidarias de las “power naps”.
Aunque no lo creas, en los últimos meses se ha vuelto tendencia en oficinas, gimnasios y hasta en centros de bienestar contar con áreas exclusivas para estos “breaks”. Y los resultados son más que positivos.
Intrigados por este fenómeno, un grupo de científicos de la Universidad de Hertfordshire, Inglaterra, realizaron un estudio sobre las siestas. Para ello contaron con la ayuda de 1000 voluntarios, quienes tabularon sus niveles de felicidad a lo largo del día.
También, los académicos los dividieron en tres grupos: los que no acostumbra a dormir por las tardes; los que toman una siesta corta –de máximo 30 minutos–, y los que se extienden por más de una hora.
Los resultados
Después de concluidas las mediciones, se evidenció que el 67% de las personas que duermen más tienden a estar de mejor humor. Al respecto el profesor Richard Wiseman, líder de la investigación, comentó que: “ya se conoce que una siesta corta contribuye a incrementar la concentración y el pensamiento creativo; pero estos datos nuevos sugieren que también hace a los individuos más felices”.
El tiempo correcto
Hace un tiempo se dieron a conocer los detalles de un estudio similar que hizo la NASA. En éste se concluye que el lapso de tiempo de una siesta corta es de 26 minutos; durante estos se disminuye la frecuencia cardíaca y se regulan las ondas cerebrales, lo que incide en el rendimiento de las personas. Lo mismo ocurre en el estado de ánimo.