El 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa, progresiva e irreversible. El alzhéimer es la principal causa de discapacidad de las personas mayores, aunque también existen casos más prematuros (minoría) en los que la enfermedad se puede presentar entorno a los 50 años.
Está claro que evitar el alzhéimer es sumamente complejo, pero diferentes estudios científicos han señalado cómo algunos hábitos de vida saludable podrían reducir hasta un 40% las posibilidades de padecer esta enfermedad o, al menos, retrasarla.
Rutinas que te ayudaran
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Ejercicio físico
El ejercicio físico regular y no explosivo se asocia a un mantenimiento de la función cognitiva y a un retraso del comienzo de la enfermedad de Alzheimer.
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Socializar
Mantener las relaciones sociales, fomentar sentimientos de autoeficacia y de autoestima, y llevar a cabo otro tipo de actividades que conforman la denominada ‘actividad social’ se relacionan con el mantenimiento de la función cerebral. Los planes de ocio, salir con amigos, viajar… ¡No te aísles!
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Ejercicios mentales
Diversos estudios han demostrado que un alto nivel de educación se asocia a una mayor probabilidad de que nuestro cerebro mantenga sus funciones correctamente. Además, tareas como leer libros, asistir a conferencias, participar en juegos de mesa, entre otras, suponen un menor riesgo de deterioro cognitivo y de demencia.
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Cuida de tu corazón
Factores como la hipertensión arterial, hipercolesterolemia, enfermedades cardíacas, tabaquismo y, sobre todo, la diabetes son cruciales en el deterioro mental asociado a la edad. Además, la gravedad de los síntomas cognitivos en personas con la enfermedad de Alzheimer se incrementa si existen factores de riesgo vasculares.
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Motivate
Se ha relacionado la aflicción con la aceleración del deterioro cognitivo. Además, enfermedades mentales como la depresión, también se han asociado a la pérdida de neuronas en el hipocampo y en otras regiones cerebrales. Por lo tanto, ¡hay que procurar ser felices!
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Aliméntate sanamente
La dieta mediterránea se asocia a un menor riesgo de padecer alzhéimer, al incluir antioxidantes, vitamina C y E y omega 3. Además, diversos estudios revelan que la ingesta de pescado al menos una vez por semana produce una reducción del 60% de padecer la enfermedad. Por el contrario, el consumo elevado de grasas saturadas y de cobre incrementaría el deterioro cognitivo. Aquí te dejamos algunos de los mejores alimentos para el cerebro.