La historia de María Orsic está envuelta en un halo de misterio. Desde su comienzo estuvo ligada con el nazismo, activa desde los cimientos de este hasta su final. Esta mujer fue una de las más renombradas médiums alemanas que llego a convertirse en la líder y fundadora de la Sociedad Vril.
Su historia muestra que tuvo una infancia normal, ella era de nacionalidad austriaca, proveniente de la ciudad de Viena. Nació el 31 de octubre de 1985. Su padre era de Croacia y su madre vienesa, con quienes tuvo una infancia y adolescencia muy normales, hasta los 22 años. Fue en este momento cuando su vida dio un giro radical de 180 grados. Su vida no sería la misma desde ese momento.
El contacto con otro mundo
Un buen día de febrero de 1917, cuando contaba con 22 años la vida de María Orschitsch cambiaría para siempre. Según las palabras que le reveló a su padre, María tuvo un contacto muy breve pero preciso con seres de otro mundo. Afirmó ver una figura brillante y muy esbelta de casi 2 metros. Esta comenzó a comunicarse de manera telepática con María diciendo lo siguiente:
“somos alienígenas de Aldebarán, estamos ubicados a 65 millones de años luz de la tierra en la constelación de Tauro”. Al día siguiente, María fue invadida por un intempestivo deseo de escribir, tomando varias hojas blancas comenzó su tarea. Sin entender lo que hacía, comenzó a poner por escrito multitud de gráficos, bocetos y símbolos que no eran de este mundo.
Dichos escritos también mostraban dibujos de máquinas voladoras, alas con círculos, medidas, gráficos y números sin fin. Cuando al final salió de este trance, había redactado un sinfín de manuscritos con simbología que nadie podía explicar. Sus padres no buscaron ayuda pensando que esto era ocasional. Pero la verdad es que María tenía un espíritu emprendedor y quería saber de qué se trataba esto; si era un don o por el contrario una maldición.
Comienza su carrera
El segundo mensaje que recibió de la misma fuente hizo que mostrará a todas luces su capacidad como emprendedora. Este fue “Contacta a Gudrun, Sigrun, Traute y Heike; ellas estarán aguardándote en Berlín”. Sin pensarlo dos veces,María Orschitsch se mudó a Berlín tras la búsqueda de su nueva visión.
Al llegar a Berlín se une a la sociedad secreta Thule de origen grecorromano. Fue en esta ciudad donde conoció a otras mujeres que sufrían los mismos episodios. Una vez que conoció a las mujeres de las que escuchó en la visión decidió formar su propia sociedad con el fin de poner por obra el conocimiento científico recibido. Dicha sociedad secreta fue llamada Sociedad Vril.
Ponen los cimientos de su obra
Mientras tanto, estas mujeres caracterizadas por su gran belleza usaban su tiempo y recursos para el progreso de su obra. Comenzaron a tener reuniones y diálogos con figuras prominentes del gobierno alemán. Entre estos, el profesor Schumann quien llegaría a ser una turbina de impulso a su gran proyecto.
El Profesor Schumann se sintió impresionado por el gran proyecto que lideraba esta mujer. Fue por esto que pidió a María Orschitsch que le mostrara si tenía documentación de todo lo que le había hablado. Es decir, de la posibilidad de crear naves espaciales capaces de viajar en el espacio hasta Aldebarán. Cuando esta le mostró los escritos el profesor, reconoció los caracteres como escritura sumeria. Después de esto estuvo dispuesto a colaborar.
El ascenso y el ocaso de una gran mujer
Después de que los nazis se ofrecieran a financiar sus proyectos María Orschitsch, por fin llegaría a ver su obra hecha realidad. La construcción de la nave Vril-7 fue todo un éxito y después del primer intento de vuelo la emoción subía. La próxima en viajar era Orsic, sin embargo, su proyecto vería el fin al igual que Alemania como imperio.
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