En marzo de 2017 se publicaron unas nuevas directrices de tratamiento que buscan ayudar a las personas a evitar los ataques cardiacos y los accidentes cerebrovasculares.
Estos consejos, los más recientes para reducir la presión arterial del Colegio Estadounidense de Médicos (ACP) y de la Academia Estadounidense de Médicos de Familia (AAFP), podrían ayudar a mantenerte sano.
Muchos médicos y consumidores comenzaron a tener dudas tras la publicación de los resultados de un ensayo clínico de gran tamaño llamado Sprint en 2015.
Los investigadores aconsejaron que las personas con presión arterial alta se pongan el objetivo de una presión sistólica (la cifra superior) de menos de 120 mm/Hg. Eso es bastante menos que lo que recomiendan muchos grupos de expertos y el gobierno.
Pero en el Sprint participaron personas con un riesgo alto de enfermedad cardiovascular, así que sus hallazgos (y su consejo sobre los niveles de presión arterial) no necesariamente se aplican a los que tienen un riesgo más bajo.
Y llevar la presión arterial a menos de 120 (lo que sugieren los investigadores del Sprint) por lo general requiere dosis altas de un medicamento, o el uso de múltiples medicamentos.
Ambas cosas aumentan de forma significativa las probabilidades de sufrir efectos secundarios graves, como por ejemplo un desmayo por una presión arterial muy baja, o la insuficiencia renal.