Aunque la vitamina E aporta grandes beneficios para cuerpo humano, debemos consultar un médico antes de comenzar a consumirla en suplementos adicionales a las que incluye una dieta natural.
Si eres alguien sano puedes ingerirla o aplicarla sobre la piel, pero si has presentado o presentas alguna de estas condiciones debes tener cuidado:
- Si padeces alguna enfermedad del corazón o diabetes.
- Cuando te encuentras embarazada o estás lactando.
- Enfermedad hepática.
- Un historial de ataque al corazón, problemas cerebro-vasculares o coágulos de sangre.
- Cirugías recientes.
- Diarrea.
- Niveles bajos de vitamina K.
- Síndrome del intestino corto
- Si recibes tratamiento contra el cáncer.
- Hemorragias.
Las altas dosis de Vitamina E pueden producir: náuseas, diarrea, dolor de estómago, fatiga, debilidad, dolor de cabeza, visión borrosa, hematomas y pérdida de sangre, por ello es recomendable que un especialista te indique la dosis necesaria.