¿Alguna vez has guardado un secreto? Si lo has hecho habrás notado que tanto tu estado de ánimo como tu cuerpo no se encuentran al cien… pero ¿Por qué sucede esto?
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Columbia realizaron, encontraron que tan solo pensar en los secretos que guardamos estos tiene efectos perjudiciales en nuestro bienestar.
Y no solo eso, tener secretos también podría afectar tu capacidad para desempeñarte bien en el trabajo.
Los secretos identificados van desde una infidelidad emocional, comportamientos sexuales, o hasta haber tenido pensamientos románticos sobre alguien más que no era su pareja.
Durante el estudio, los autores pidieron a los participantes pensar en las veces que han tenido que ocultar su secreto durante el mes, y qué tan frecuentemente pensaban en su secreto, incluso cuando no debían ocultarlo.
Los resultados mostraron que las personas pensaron dos veces más en su secreto innecesariamente y fue en estas ocasiones que los participantes dijeron como empeoraba su bienestar, pues les provocaba ansiedad y los hacía dudar de su propia autenticidad.
Esto se debe a que “los secretos ejercen una atracción gravitatoria de nuestra atención”, comentó Malia Mason, una de las autoras.
Además de la disminución de la sensación de bienestar y las consecuencias de la salud física, tener secretos también puede cambiar el enfoque de una persona y distraerla hacia el secreto que guarda, lo que claramente puede tener un efecto perjudicial sobre el rendimiento de la tarea.