Latinoamérica ha albergado a ilustres escritores que nos han dejado como herencia una rica y variada literatura que ha marcado la historia. Importantes exponentes nacidos con raíces diferentes y en situaciones sociales distintas, dentro de contextos económicos variados, pero con algo en común: un legado escrito de admirar.
La literatura que se produce en Latinoamérica es digna de ser ensalzada, y es que si de algo debemos sentirnos orgullosos es precisamente de esas maravillosas historias plasmadas en textos que a muchos lectores nos han dejado marcados, ya sea por la narrativa realista o sencillamente por los cuentos fantásticos a los cuales somos sumergidos de una manera extraordinaria.
Los cuentos latinoamericanos tuvieron gran impacto a inicios del siglo XX con los escritos del chileno Baldomero Lilo, quien en un principio escribió cuentos de mineros, también destaca Julio Cortázar (1914 – 1984) el cual desarrolló el arte de la narración breve. De este segundo podemos resaltar su maravilloso cuento Instrucciones para llorar, del cual citamos lo siguiente: “Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca”.
De la misma forma, podemos mencionar el exquisito trabajo de Julio Torri que, gracias a su alta calidad literaria,es su ciudad natal, México, la librería del Centro Cultural Universitario lleva su nombre, así como el Premio Nacional de Cuento Breve organizado por (FETA).
De Torri podemos recordar parte de su emblemático cuento Literatura que resalta lo siguiente “El novelista, en mangas de camisa, metió en la máquina de escribir una hoja de papel, la numeró, y se dispuso a relatar un abordaje de piratas. No conocía el mar y sin embargo iba a pintar los mares del sur, turbulentos y misteriosos; no había tratado en su vida más que a empleados sin prestigio romántico y a vecinos pacíficos y oscuros, pero tenía que decir ahora cómo son los piratas; oía gorjear a los jilgueros de su mujer, y poblaba en esos instantes de albatros y grandes aves marinas los cielos sombríos y empavorecedores”.
Lo que sí es cierto es que la literatura Latinoamericana, sin duda se convirtió en un fenómeno intelectual que hizo de las letras una nueva forma de lenguaje, revolucionando este campo de manera ineludible.
Poetas Latinoamericanos
En cuanto a la poesía, infinidad de autores reconocidos manejan un lenguaje con gracia y destreza, observando en ella matices y modismos de cada región de Latinoamérica.
Poetas como Gustavo Adolfo Bécquer, Octavio Paz, Federico García Lorca, Jorge Luís Borges y Jaime Sabines, por nombrar algunos, le han regalado a la humanidad una buena parte de Poemas cortos de amor, ayudando de esa forma a los enamorados a conseguir expresar mejor sus sentimientos a través de ellos.
Sabemos que, en todas las épocas de la historia, la poesía en sus diversas formas se ha encargado de apoyar a los enamorados en su misión de conquista, es por eso que te presentamos algunos poemas reconocidos para que los tomes en cuenta a la hora de dedicar unas líneas a esa persona que llama tu atención.
Federico García Lorca
Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra Escrita
y pienso, con la flor se marchita Que,
Que Si vivo sin mí quiero perderte.
El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no es NECESITA
la miel helada Que la luna vierte.
Pero yo te Sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, Sobre Tu cintura
en duelo de Mordiscos y azucenas.
Llena pues de Palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma parasiempre oscura.
Gustavo Adolfo Bécquer
Por una mirada, mundo de las Naciones Unidas;
Por una sonrisa, cielo de la ONU;
por un beso … ¡Yo no sé
qué te Diera por un beso!
