La rinitis alérgica es una forma común de un padecimiento que se caracteriza por no ser infeccioso y que ocurre por la sensibilidad bronquial a agentes como: ácaros del polvo, el polen, otras partículas presentes en el ambiente, etc.
Esta afección se presenta cuando una persona inhala algo a lo cual es alérgico. ¿Te pasa con frecuencia? Por lo general tiene un tiempo de duración de dos días aunque es un bastante relativo, y suele disminuir progresivamente con el suministro de fármacos. Aun así, es recomendable evitar ciertos factores desencadenantes de este tipo de reacciones alérgicas.
Consejos que te ayudaran
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No más ácaros
Mantén tu casa complemente limpia o lo más que puedas, de esta forma evitarás la acumulación de polvo y moho en artículos claves como: las almohadas, las sabanas e incluso el ventilador. Lo recomendable en este último caso es limpiarlo solo con agua y un poco de vinagre, sobre todo si se es alérgico (a) a productos químicos con fuerte olor.
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No acumules polvo
Dile a adiós a peluches, alfombras, muebles y otros artículos a los que fácilmente se les adhiera el polvo. En ocasiones no solo basta con mantener todo limpio sino retirar esos objetos por completo.
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El polen puede ser dañino
Si vives en una casa con jardín o tienes muchas plantas en tu apartamento, es recomendable no exponerse al polen de estas, ya que puede desencadenar los primeros síntomas de esta crisis alérgica.
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Se precavido
Se indica en estos casos instalar filtros aéreos, abrir las ventajas y utilizar un deshumidificador para secar el aire de la casa. De igual forma, es aconsejable disminuir el uso del aire acondicionado.