La contaminación del agua, suelo y aire es el peor abrasivo que puede ocasionar la extinción del hombre, animales, flora y hasta cambios climáticos. Esta puede proceder de diferentes modos, pero la peor de todas es el hombre mismo, con su revolución industrial y avances tecnológicos que no previeron las consecuencias, porque su objetivo principal estaba, y está hoy por hoy, enfocado en un alto rendimiento económico.
Pueden consultar los tipos de contaminación que existen en este sitio, donde podremos darnos cuenta la impactante realidad que azota la salud humana y ambiental de comunidades completas.
Ante esta indetenible catástrofe que amenaza la salud de la humanidad y en especial la población venezolana, podrían convertirse en víctimas de abortos, afecciones respiratorias, dermatitis, disfunción del sistema endocrino y cáncer, al igual que enfermedades que causan la contaminación del agua que forma parte de la realidad sanitaria de las poblaciones rurales y urbanísticas inclusive.
Estas pueden adquirirse, ya sea por contacto directo o ingesta accidental, y ocasionan intoxicaciones, reacciones alérgicas, afecciones de la piel, entre otras enfermedades.
Donde menos pensemos que pueda estar, pero esta, oculta en sitios que conocemos como inofensivos, tal como productos de limpieza, que por desconocimiento adquirimos por su bella presentación, pero en su composición posea un elemento dañino para el hombre y su hábitat.
Igualmente en un suelo contaminado como son los sembradíos de donde nos proveemos de hortalizas, verduras, tubérculos y toda vida vegetal, estas dejan de crecer o sufren mutaciones de diferentes tipos.
Así mismo, la expulsión de gases tóxicos a la atmósfera, que destruyen la capa de ozono que recubre el planeta y la cual es respirada por los seres humanos, son parte de la contaminación aérea
La contaminación de procedencia acuática radica en la transferencia de sustancias o materias contaminantes, por lo que debe ser restringido su uso a nivel doméstico o de ingesta en personas y animales del agua.
Pero la más temida de todas es provocada por accidentes nucleares, con grandes consecuencias ambientales que durarían generaciones completas para que la madre naturaleza logre regenerarse.
Una de las peores, catalogada como asesina, es la contaminación térmica por su efecto causal que disminuye el oxígeno en el agua, destruyendo el equilibrio de la flora y la fauna.
Por el daño que ocasiona en las partículas y gases que lo componen, la contaminación lumínica es una más de nuestras protagonistas en este episodio y al igual que la contaminación acústica (ruido de maquinarias, automotores y fábricas industriales). Su común denominador es el hombre, como dijimos al principio, y sus resultados son caóticos en las especies animales, principalmente como detonador en suicidios de ballenas.
Sin embargo, no podemos obviar, que la negligencia, imprudencia e impericia de un gobierno que ha descuidado a su pueblo desde todo punto de vista, se ha mantenido al margen por el rol que verdaderamente debe desempeñar en la planificación, diseño, ejecución y suministro de servicios y redes de agua potable en condiciones óptimas para cada rincón del país.
A veces no es solamente lo que hace el hombre, sino también lo que deja de hacer lo que perjudica una sociedad, que aun en posesión de todos los recursos naturales renovables y no renovables, disponibilidad de presupuestos, entre otros, hace caso omiso del llanto de su pueblo, en la decadencia de su derecho a la salud y la completa exposición a cualquier tipo de contaminación ambiental que degrada el ser humano.