Ya sea que prefieras eliminar tu vello púbico con cera, con rasuradora, o con cremas o geles, debes saber que abusar de esa práctica aumenta y hasta triplica tu riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual (ETS)
Esta es la conclusión de un estudio realizado por el Departamento de Urología de la Universidad de California en San Francisco, Estados Unidos, y por el departamento de Salud Pública de la Universidad de Texas, publicado en la revista Sexually Transmitted Infections.
La investigación tomó en cuenta a 7.580 hombres y mujeres entre los 18 y 65 años con una vida sexual activa. A todos se les preguntó si de depilaban el vello púbico, con qué técnica, con qué frecuencia, y cuánto vello se dejaban sin depilar.
Los científicos determinaron que el 74% (85% de mujeres y 66% de hombres) se había depilado el vello púbico anteriormente. De ellos, el 17% entró a la categoría de “depiladores extremos”, es decir, personas que se removían todo su vello al menos 11 veces al año.
Otro 22% fue descrito como depiladores de “alta frecuencia”, pues lo hacen al menos una vez a la semana (aunque no necesariamente todo el vello). Un 10% cayó en ambas categorías.
El grupo de investigadores también aplicó pruebas de laboratorio para ver si existía entre los participantes alguna enfermedad de transmisión sexual.
El 13% resultó con herpes, infección por sífilis, gonorrea o VIH. El riesgo de estas enfermedades fue de un 80% entre los “depiladores extremos” y los “depiladores de alta frecuencia”. Aún más, la posibilidad de tener una infección por Virus del Papiloma Humano (VPH) o clamidia era 3 veces mayor en relación con quienes no se depilaban del todo.
¿A qué se debe? El estudio no analizó las causas pero los científicos sugieren que la depilación constante puede desgarrar la piel y dejar expuestas zonas donde se facilite que el sangrado e intercambio de fluidos sea mayor; con lo que se da puerta de entrada a virus y bacterias.