El aceite de coco se ha convertido en una tendencia en Internet y es muy probable que hayas escuchado acerca de sus propiedades milagrosas. Éstas incluyen bajar de peso, tener una dieta saludable o hidratar tu piel y cabello. Sin embargo, Frank Sacks, profesor en la Escuela de Nutrición de Harvard, anuncia que “puedes ponerlo sobre tu cuerpo, pero no dentro de él”.
¡Ten cuidad!
Un estudio realizado por la Asociación Americana del Corazón (AAH) señala que el consumo de aceite de coco y su exceso en la dieta aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas.
Según la AHA, la grasa que contiene el aceite de coco es saturada, por lo que produce colesterol ‘malo’. Este tipo de colesterol se acumula en el cuerpo, dando lugar a ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Además, el porcentaje de grasas saturadas en este producto es de 82%; lo que representa mucho más que en alimentos que se consideran poco saludables, tales como: mantequilla (63%), grasa de vaca (50%), manteca de cerdo (39%), entre otros.
De igual forma, en el Reino Unido, el Public Health England aconseja a las personas que reduzcan el consumo de grasas saturadas a fin de evitar este tipo de patologías; y señalan que se debe consumir un máximo de 30 gramos de estas grasas al día.