Desde el momento mismo de la concepción hasta que nacemos el ser humano experimenta lo que llamaremos la fase inicial de su desarrollo. En el vientre de la madre, el feto se ve afectado por nuevos cambios físicos, allí dentro de ese lugar seguro y cálido el bebé se alimenta, crece y vive perfectamente hasta llegar a los brazos de su madre y padre. En esa etapa prenatal de la mujer, el cuerpo se transforma por completo para traer vida al mundo, sus cambios hormonales, físicos y mentales se notan a flor de piel y eso hace aún más real esta experiencia en el desarrollo del ser humano. Es por ello que acá en todorespuestas.net/etapas-desarrollo-humano, te traemos una guía excelsa para ahondar en las fases del desarrollo de los individuos.
Los expertos refieren que en esencia el ser humano en sí vive desde el momento de la fecundación siete etapas del desarrollo que contemplan:
-
La infancia: las primeras palabras, los primeros pasos y la afectividad que reciba de sus padres y demás entorno familiar lo beneficiarán en un futuro.
-
La niñez: ubicada entre los 6 y 12 años, coincide con la entrada al colegio, allí se verá su capacidad de aprendizaje y su forma de relacionarse con otros niños; lo que ocurra a partir de esta etapa del desarrollo del niño (a) trascenderá a su adultez.
-
La adolescencia: la llegada de la pubertad, los cambios físicos y hormonales pueden llegar a abrumar a los adolescentes, es por ello que hay que saberlos guiar y ayudar en este panorama cambiante es vital para su vida de adulto.
-
La juventud: Ya maduro sexualmente, el individuo es capaz de iniciar una vida responsable, por lo general se inicia entre los 20 y 25 años, acá el ser humano se muestra aún más consciente con quien es y de lo que desea en la vida.
-
La adultez: Sin dudas es la etapa más prolongada de cualquier individuo, inicia luego de los 25 y se prolonga hasta los 60 años. En este punto ya se tiene una madurez emocional óptima y está en la plenitud de sus facultades. Los seres que experimentan este momento suelen sentir la necesidad de procrear y fundar una familia.
-
La ancianidad: Ya para esta última etapa de la vida, los hombres y mujeres suelen ser los que consuelan, malcrían y aconsejan. De hecho, transmiten sus aprendizajes a otros y demás enseñanzas vitales para el resto de sus familiares y amigos.
La niñez o adolescencia: ¿Cuál es la más importante en el desarrollo del individuo?
Las etapas de la vida vienen cargadas de grandes vivencias, tantos físicas como emocionales. Todos los individuos de las especies humanas cumplen a cabalidad cada etapa, es decir; nadie puede saltarse alguna etapa en específico, por ejemplo habrá adolescentes con acné o manchas en la cara y otras sin ellas, pero lo que no podrán evitar jamás es saltarse la adolescencia en sí.
Pero no todo el panorama es tan alentador como se lee, todas estas etapas del desarrollo humano traen consigo ciertos factores que pueden hacer la vivencia de cada momento (etapa misma) algo turbulento. Todo va a depender de las herramientas que tenga cada ser humano y/o individuo de la especie humana para afrontar sabia y exitosamente estos pequeños retos que resultan importantes para la constitución final del individuo.
El mismísimo Sigmund Freud, padre del psicoanálisis explicaba en su más famosa teoría sobre una de las más destacadas etapas del desarrollo humano: la niñez, cuán importante eran estos momentos para el desarrollo de su actividad en el seno de la escuela y la familia, la interacción con otras personas fuera de su entorno íntimo, hasta llegar a su adolescencia cambiaría para bien su proceso psíquico y lo llevaría a desarrollar una personalidad única y segura. ¡De hecho, no se equivocó!
La salud mental del pequeño (a) es lo más importante a preservar, un simple cambio de ciudad o de colegio puede llegar a desestabilizarlo y llenarlo de inseguridades, ansiedad, miedo e incluso depresión. ¡Así que, cuidado! Siempre es bueno sentarse a hablar, la comunicación es una herramienta de oro a la hora de indagar y averiguar qué es lo que realmente lo está afectando.
Todo aquello que ocurra en la niñez y adolescencia del individuo lo marcarán para siempre, para bien o para mal. Estos sucesos sellarán su proceder en la adultez y posterior ancianidad.
Lo mejor es estar, guiar y dar el afecto necesario para hacer hombres y mujeres seguros de sus emociones y capacidades.
